[ Pobierz całość w formacie PDF ]

slabas largas y breves se diferencian escasamente. Es necesario haber
odo una lengua musical, la melopeya continuada de una hermosa voz
italiana que recita una estancia del Tasso, para comprender lo que
puede aadir la sensación auditiva a las emociones del alma, como el
sonido y el ritmo extienden su ascendiente a todo nuestro ser y con-
mueve a un tiempo nuestros nervios todos. Tal era esa lengua griega
de la cual no conocemos mas que el esqueleto. Se ve, por los comenta-
ristas y escoliastas, que el sonido y la mesura tenan una parte tan
importante como la imagen y la idea. El poeta que inventaba una for-
ma mtrica nueva inventaba una clase de sensación. Un determinado
conjunto de vocales breves y largas era un allegro; otro, un largo;
otro, un scherzo; imprimiendo, no sólo en el pensamiento, sino en el
ademn y en la msica, sus inflexiones y su carcter. De esta manera
la edad que levantó la vasta construcción de la poesa lrica produjo al
propio tiempo la construcción no menos amplia de la orqustrica. Se
conocen los nombres de doscientas danzas griegas. En Atenas los jó-
62
Este documento ha sido descargado de
http://www.educ.ar
www.elaleph.com
Filosofa del arte donde los libros son gratis
venes hasta los diez y seis aos no tenan ms educación que la or-
qustrica.
En aquellos tiempos- dice Aristófanes- los jóvenes de un mismo
barrio, cuando iban a casa del maestro de ctara, caminaban juntos por
las calles y descalzos y en buen orden, aunque cayese la nieve como la
harina del tamiz. All se sentaban sin cruzar las piernas y les ensea-
ban el himno  Palas temible, destructora de ciudades o  Un grito que
se oye a lo lejos , y se ejercitaban sus voces con la ruda y varonil ar-
mona transmitidas de padres a hijos. Un joven de una de las familias
ms ilustres, Hipócledes, habiendo venido a Sicione para visitar a
Clstenes el tirano, mostrada su maestra en todos los ejercicios corpo-
rales, quiso la noche del festn hacer gala de su esmerada educación.
Ordenó a la flautista que tocase la Emmelia y danzó con gran perfec-
ción; un instante despus, hacindose traer una mesa, subió sobre ella
y bailó figuras diversas de la orqustrica lacedemonia y ateniense.
Preparados de esta manera, eran a un tiempo cantores y bailarines y
se proporcionaban a s mismos, con sus propias personas, los nobles
espectculos pintorescos y poticos para los cuales ms tarde pagaron
figurantes. En los banquetes de las sociedades de amigos, despus de
la comida se hacan libaciones y cantaban el paean en honor de Apolo;
despus vena la verdadera fiesta, la declamación expresiva, los re-
citados a los acordes de la ctara o de la flauta; un solo, seguido de
estribillo, que ms tarde es la canción de Harmodio y Aristogiton; un
do con canto y danza, como ms adelante, en el banquete de Jeno-
fonte, fue el encuentro de Baco y Ariana. Cuando un ciudadano llega-
ba a ejercer la tirana y quera gozar de la existencia, ampliaba y esta-
bleca perpetuamente en torno suyo fiestas como la que hemos enume-
rado. Polcrates en Samos tena dos poetas, Ibicos y Anacreonte, para
ordenar las fiestas y hacer la msica y los versos. Los jóvenes que re-
presentaban estas poesas eran los ms hermosos que podan hallarse:
Batilo, que tocaba la flauta y cantaba a estilo jónico; Cleóbulo, con
hermosos ojos de virgen; Simalos, que en el coro manejaba la pectis;
63
Este documento ha sido descargado de
http://www.educ.ar
www.elaleph.com
Hipólito Adolfo Taine donde los libros son gratis
Esmerdis, con abundante y rizada cabellera, que haba sido trado
desde el pas de los tracios. Era una ópera pequea y a domicilio. To-
dos los poetas lricos de este tiempo son tambin maestros de coros; su
casa es una especie de Conservatorio, la Morada de las Musas. Ha-
ba muchas de este tipo en Lesbos, adems de la de Safo; las dirigan
mujeres; tenan discpulas que venan de las islas o de las costas veci-
nas, de Mileto, Colofón, Salamina, Panfilia; all se aprenda, durante
largos aos, a recitar y el arte de las bellas actitudes; se burlaban de
las ignorantes,  las muchachas campesinas que no saban levantar la
tnica por cima del tobillo ; de all salan los corifeos y se preparaban
los coros para las lamentaciones de los funerales o la pompa de las
bodas. De tal suerte la vida privada en toda su integridad, con sus ce-
remonias y con sus festejos, contribua a convertir a los hombres- en la
acepción ms noble de la palabra y con una dignidad perfecta- en lo
que hoy llamamos un cantor, un figurante, un actor y un modelo.
La vida pblica colaboraba al mismo resultado. En Grecia la or-
qustrica interviene en la religión y en la poltica; durante la guerra y
durante la paz, para honrar a los muertos y celebrar a los vencedores.
En la fiesta jónica de los Targelias, Mimnermos, el poeta, y Nanno, su
amante, guiaban el cortejo tocando la flauta. Calinos, Alceo, Teognis
exhortaban a sus conciudadanos o a su partido con versos que ellos
mismos cantaban. Cuando los atenienses, varias veces vencidos, de-
cretaron la muerte para quien hablase de reconquistar Salamina, So-
lón, vestido de heraldo, tocado con el sombrero de Hermes, apareció
sbitamente en la asamblea, subió a la piedra donde se colocaban los
heraldos y recitó con tanta fuerza una elega, que la juventud partió al
instante  para libertar la encantadora isla y apartar de Atenas el opro-
bio y la deshonra . En campaa, los espartanos recitaban cantos, sen-
tados bajo las tiendas. Por la noche, despus de la comida, se levanta-
ban sucesivamente para decir y representar una elega, y el polemarco [ Pobierz całość w formacie PDF ]

  • zanotowane.pl
  • doc.pisz.pl
  • pdf.pisz.pl
  • anielska.pev.pl